¡El otro día hicimos nuestra primera pestiñada!
Tipos de pestiños hay un montón y todos diferentes, nosotras no desmerecemos ninguno pero los que más nos gustan son los de nuestra tierra (es que son los más ricos jaja). Así que después de recopilar un puñado de recetas de pestiños jerezanos, mezclarlas e ir de compras, nos pusimos a hacerlos. Como quedaron bastante ricos vamos a compartir la receta con vosotros, aunque hacedla únicamente si teneis muchas ganas de amasar, pero muchas, muchas.
Por cierto, mil gracias a todos los que nos dieron alguna receta porque todas nos sirvieron en algún momento del proceso.
Antes de nada los ingredientes que usamos:
Sólo era 1 rama de canela, no os queremos liar, es que era larga y no cabía en la sartén, por lo que la partimos en dos trozos. Sin quitar nada del aceite echamos la matalahúva para que se fría un poco:
En cuanto que veamos que empieza a dorarse la matalahúva, apartamos la sartén del fuego, es un momentín de nada. Ojo con que no se queme, y tened en cuenta que sigue tostándose un poco después de apartarla, porque el aceite tarda en enfriarse unos segundos.
De la mezcla anterior sólo nos quedamos con el aceite, por lo que hay que colarlo y dejar que se temple. Bueeeno, también nos quedamos con el olorcito que se extiende por toda la casa... ¡ESPECTACULAR!
En 2 ó 3 cucharadas de agua caliente disolvemos bien la levadura y la sal.
Y ahora... a hacer la masa. ¿Con ganas de amasar? Porque no sirve ningún electrodoméstico que conozcamos (y lo hemos probado, que conste), hay que hacerlo a mano sí o sí.
>Ahora le echamos la levadura que teníamos disuelta en agua con sal (en el centro claro que si no se derrama jaja) y lo amasamos.
A continuación vamos añadiendo de manera alterna un poco de vino, un poco de aceite ya frío, amasando siempre antes de echar lo siguiente.
Cuando acabemos de incorporar todo amasamos y amasamos. Más o menos calculad que cada cuarto de masa hay que estar amasándolo una media hora más o menos. El punto de amasado es cuando la masa no se pegue al rodillo al estirarla.
Una vez hecha la masa hay que formar los pestiños, probamos unas pocas formas y métodos de hacerlos pero la que más nos gustó es haciendo círculos con un catavino (sí, somos muy jerezanas :-P) sobre la masa estirada con el rodillo, que no quede muy gordita, y plegarlos. Ya sé que podríamos haber usado un cortapasta, tenemos un montón, pero ¿a que queda auténtico lo del catavino? jajaja.
Como veis no hay dos pestiños iguales porque probamos un montón, hasta los hicimos a mano pero para eso reconocemos que necesitamos un buen puñado de pestiñadas más ;-).
Ahora sólo queda freír los pestiños y enmelarlos.
Y ahí acaban todas las recetas que encontramos así tal cual, "freír y enmelar", que cada cual se apañe como pueda. Pero como somos buenas os explicaremos una pizca más para que no os pase como a nosotras y os medio atasqueis con los pestiños a medio hacer.
Se fríen en abundante aceite y con el aceite bien caliente, se doran en un momento así que no hay que dejar de vista la sartén. Y se enmelan recién fritos, vamos que del aceite se pasan a la miel, bien escurridos claro, y se dejan unos segundos a que se empapen. La miel tiene que estar en un cazo al fuego, y además ha de estar rebajada con agua, que no lo hemos dicho por ninguna parte; si no al enfriarse hace de cemento y vais a tener que separar los pestiños con cuchillo (esto no nos ha pasado, no llegamos a tanto jaja).
La miel que sobra se la podeis echar por encima a los pestiños, pero si no os gusta mucho la miel no es necesario.
No hemos dicho nada de la cantidad de agua que hay que echarle a la miel, depende muchísimo de vuestro gusto y sobre todo de la miel que useis. Nosotros compramos una miel de campo estupenda en la Plaza (para el que no lo sepa es el mercado de Jerez), nos la recomendó el chico al que le compramos las especias, "especial para pestiños" nos dijo, y la verdad es que tenía toda la razón, es perfecta. Le echamos más o menos unos 400 ml de agua al kilo de miel y quedaron estupendos, melosos pero se podían coger con la mano muy bien.
Una última recomendación, para empezar no hagais más de 1/4 de la receta, si no igual no repetís, porque acabareis con las manos y las muñecas hechas polvo.
Eso sí, después de hacerlos comprendemos perfectamente el precio de la bandejita de pestiños y aún nos parecen baratos.
Esperamos que os haya gustado, besitos.
Tipos de pestiños hay un montón y todos diferentes, nosotras no desmerecemos ninguno pero los que más nos gustan son los de nuestra tierra (es que son los más ricos jaja). Así que después de recopilar un puñado de recetas de pestiños jerezanos, mezclarlas e ir de compras, nos pusimos a hacerlos. Como quedaron bastante ricos vamos a compartir la receta con vosotros, aunque hacedla únicamente si teneis muchas ganas de amasar, pero muchas, muchas.
Por cierto, mil gracias a todos los que nos dieron alguna receta porque todas nos sirvieron en algún momento del proceso.
Antes de nada los ingredientes que usamos:
- 300 ml de aceite de oliva virgen.
- La piel de medio limón.
- La piel de media naranja.
- 1 canela en rama (de las de verdad eh, viene a ser como 3 ó 4 de las que venden en bote).
- 60 gr de matalahúva.
- 1 kg de harina.
- 1 1/2 cucharada de canela molida.
- 200 gr de vino oloroso, de Jerez ¡por supuesto! ;-)
- 6 gr de levadura fresca de panadería (es 1/4 de la que venden en el Mercadona).
- 1 cucharada rasa de sal.
- 1 kg de miel.
Sólo era 1 rama de canela, no os queremos liar, es que era larga y no cabía en la sartén, por lo que la partimos en dos trozos. Sin quitar nada del aceite echamos la matalahúva para que se fría un poco:
En cuanto que veamos que empieza a dorarse la matalahúva, apartamos la sartén del fuego, es un momentín de nada. Ojo con que no se queme, y tened en cuenta que sigue tostándose un poco después de apartarla, porque el aceite tarda en enfriarse unos segundos.
De la mezcla anterior sólo nos quedamos con el aceite, por lo que hay que colarlo y dejar que se temple. Bueeeno, también nos quedamos con el olorcito que se extiende por toda la casa... ¡ESPECTACULAR!
En 2 ó 3 cucharadas de agua caliente disolvemos bien la levadura y la sal.
Y ahora... a hacer la masa. ¿Con ganas de amasar? Porque no sirve ningún electrodoméstico que conozcamos (y lo hemos probado, que conste), hay que hacerlo a mano sí o sí.
>Ahora le echamos la levadura que teníamos disuelta en agua con sal (en el centro claro que si no se derrama jaja) y lo amasamos.
A continuación vamos añadiendo de manera alterna un poco de vino, un poco de aceite ya frío, amasando siempre antes de echar lo siguiente.
Cuando acabemos de incorporar todo amasamos y amasamos. Más o menos calculad que cada cuarto de masa hay que estar amasándolo una media hora más o menos. El punto de amasado es cuando la masa no se pegue al rodillo al estirarla.
Una vez hecha la masa hay que formar los pestiños, probamos unas pocas formas y métodos de hacerlos pero la que más nos gustó es haciendo círculos con un catavino (sí, somos muy jerezanas :-P) sobre la masa estirada con el rodillo, que no quede muy gordita, y plegarlos. Ya sé que podríamos haber usado un cortapasta, tenemos un montón, pero ¿a que queda auténtico lo del catavino? jajaja.
Como veis no hay dos pestiños iguales porque probamos un montón, hasta los hicimos a mano pero para eso reconocemos que necesitamos un buen puñado de pestiñadas más ;-).
Ahora sólo queda freír los pestiños y enmelarlos.
Y ahí acaban todas las recetas que encontramos así tal cual, "freír y enmelar", que cada cual se apañe como pueda. Pero como somos buenas os explicaremos una pizca más para que no os pase como a nosotras y os medio atasqueis con los pestiños a medio hacer.
Se fríen en abundante aceite y con el aceite bien caliente, se doran en un momento así que no hay que dejar de vista la sartén. Y se enmelan recién fritos, vamos que del aceite se pasan a la miel, bien escurridos claro, y se dejan unos segundos a que se empapen. La miel tiene que estar en un cazo al fuego, y además ha de estar rebajada con agua, que no lo hemos dicho por ninguna parte; si no al enfriarse hace de cemento y vais a tener que separar los pestiños con cuchillo (esto no nos ha pasado, no llegamos a tanto jaja).
La miel que sobra se la podeis echar por encima a los pestiños, pero si no os gusta mucho la miel no es necesario.
No hemos dicho nada de la cantidad de agua que hay que echarle a la miel, depende muchísimo de vuestro gusto y sobre todo de la miel que useis. Nosotros compramos una miel de campo estupenda en la Plaza (para el que no lo sepa es el mercado de Jerez), nos la recomendó el chico al que le compramos las especias, "especial para pestiños" nos dijo, y la verdad es que tenía toda la razón, es perfecta. Le echamos más o menos unos 400 ml de agua al kilo de miel y quedaron estupendos, melosos pero se podían coger con la mano muy bien.
Una última recomendación, para empezar no hagais más de 1/4 de la receta, si no igual no repetís, porque acabareis con las manos y las muñecas hechas polvo.
Eso sí, después de hacerlos comprendemos perfectamente el precio de la bandejita de pestiños y aún nos parecen baratos.
Esperamos que os haya gustado, besitos.
mmmm... cuantisimos años sin comer pestiños! Mi abuela solía hacerlos y nos poníamos las botas^^
ResponderEliminar¡Me apunto la receta!
Un abrazo!!!
:), cuando los hagas cuéntanos qué tal te va, besos.
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