TARTA GUINNESS, UNA RECETA QUE TIENES QUE PROBAR

La Tarta Guinness hacía tiempo que la teníamos como pendiente en nuestra interminable y creciente lista de recetas por probar, esa que crece y crece por momentos, sobre todo cada vez que nos conectamos a Pinterest jaja.

Pero este verano encontramos el momento perfecto para hacerla: el cumpleaños de nuestra hermana.

Fue un poco arriesgado, la verdad, hacerle una tarta que no teníamos ni idea de a lo que sabía y que uno de sus ingredientes es cerveza negra! Pero mirando por internet, incluyendo Pinterest claro jeje, y añadiendo en el proceso más recetas pendientes a la lista, no encontramos ni una crítica negativa a la tarta.

Al contrario, todo eran alabanzas a la Tarta Guinness. Que igual fue casualidad y es que no buscamos demasiado bien, pero fue lo que encontramos y lo que nos animó a hacerla.

Ya sólo nos quedaba elegir una receta. ¿Y cuál? Era el cumple de nuestra hermana, tenía que estar rico!

Después de navegar buscando una receta vimos que todas eran muy parecidas. En el proceso añadimos alguna receta más a la lista de pendientes jiji. Pero de repente... ¿para que buscar en la red teniendo unos libros de recetas maravillosos? Es que hay que ser torpe...

Y resultó que sí, que uno de nuestros libros favoritos de recetas (Las recetas de la pastelería Hummingbird) tenía una receta de la Tarta Guinness. Así que elegimos esa y este fue el resultado: ESPECTACULAR!!!

Los INGREDIENTES que necesitas para una tarta de 25 cm de diámetro son los siguientes:

PARA EL BIZCOCHO:

     - 2 huevos L.
     - 1 cucharadita de esencia de vainilla.
     - 140 ml de suero de leche (es lo mismo que buttermilk).
     - 250 ml de cerveza Guinness.
     - 250 g de mantequilla.
     - 80 g de cacao en polvo.
     - 400 g de azúcar.
     - 280 g de harina.
     - 2 cucharaditas de bicarbonato sódico.
     - 1/2 cucharadita de levadura.

PARA LA COBERTURA:

     - 50 g de mantequilla.
     - 300 g de azúcar glass.
     - 125 g de queso crema.

La FORMA DE PREPARARLO es sencilla:

PARA EL BIZCOCHO:

     - En un bol bate los huevos, le añades la vainilla y el suero de leche y lo reservas.
     - Calienta en un cazo lentamente (o, con mucho cuidado, al microondas) la cerveza Guinnes y la mantequilla. Pero sólo hasta que la mantequilla se derrita.
     - Ya fuera del fuego pero en el mismo cazo caliente, echa el cacao y el azúcar, moviendo hasta que se incorpore todo. Y a continuación le añades la mezcla de huevos que tenías reservada.
     - Ya en el recipiente en el que vas a hacer la masa del bizcocho, pones la harina, la levadura y el bicarbonato, mezclándolo todo muy bien.
     - Con la batidora en marcha a baja velocidad, o moviendo continuamente, añade lentamente la mezcla que tienes en el cazo sobre la harina. Y sigue batiendo (o moviendo) hasta que la mezcla sea uniforme.
     - Vierte esta mezcla en un molde previamente engrasado y enharinado y hornéala aproximadamente, unos 50 minutos a 170 ºC.

Un par de anotaciones antes de seguir:

     - La masa cruda del bizcocho es muy, muy liquida, no te agobies, es así y cuaja estupendamente.
     - Si parece que el bizcocho no se termina de hacer en un punto del centro después de los 50 minutos, pero el resto sí está hecho puedes simplemente apagar el horno y dejarlo dentro unos 15 minutos más.

PARA LA COBERTURA:

     - Bate bien la mantequilla y el azúcar hasta que esté todo uniforme.
     - Añade el queso crema a la mezcla anterior batiendo a baja velocidad, para acabar a velocidad media hasta que la mezcla esté esponjosa.

Para montar la tarta sólo hay que poner la cobertura sobre el bizcocho. Pero asegúrate de que el bizcocho está bien frío, que si no se derretirá la cobertura y será un pequeño desastre ;)

Nosotras pusimos la cobertura en plan rústico, pero si quieres la puedes poner con una boquilla y hacerle dibujos, es bastante consistente para aguantar formas.

Lo de no ponerle una capa de relleno suponemos que es porque un bizcocho de aspecto tan negro y una cobertura tan blanca dan el aspecto de una Guinnes servida. Y no dudamos de que queda monísimo, pero por unanimidad en nuestra casa: la próxima vez haremos un poco más de relleno y le pondremos un poco en el medio del bizcocho.

Y ya para acabar te contamos un poco lo que nos ha parecido el bizcocho, que todo el mundo dice que está muy bueno pero nada más jeje:

     - No deja de ser un bizcocho de chocolate pero con un toque a algo que no se sabe qué es pero que le da un toque que lo hace diferente y muy rico. Evidentemente es la cerveza ;)
     - Sabe a chocolate pero no es fuerte y tiene una textura cremosa.
     - Está mucho mejor al día siguiente de haberlo horneado (hala, a ver si te aguantas sin probarlo jajaja).
     - La combinación con la crema de queso es espectacular!.

Por cierto, lo pueden tomar los niños perfectamente, el alcohol se evapora por completo, es más, les gusta mucho.

Y ya está bien por hoy, que nos ha quedado esto un poco largo. Si haces la receta no dejes de avisarnos, un besito.